Después de los contactos de estos últimos días, me llega  la sensación de haber dado un paso más en mi mediumnidad. Como si 

los Seres del otro lado confiaron en mí. De hecho, el padre de mi esposa y mi abuela vinieron espontáneamente sin tratar de atraerlos. Dos personas que, por un motivo u otro, significaron mucho para nosotros.

Los contactos de este día también surgieron de manera espontánea:

1/ Ramón que todavía quiere dejar un mensaje para su esposa ( lamentablemente todavía no sé cómo comunicarme con ella ).

2/ Inès, mi Guía que durante la conversación me dijo que estuviera con su hermano Paul ( a quien pude saludar ). Lo que me preocupa es que después de preguntarle a su compañero, resulta que él  no conoce a un hermano llamado Paul ( excepto, me dijo, si su madre  tuvo un aborto espontáneo ). Vuelvo a contactar con Inès que insiste con este hermano que habría vivido en LA REUNIÓN. Me pide que la vea que con su madre Françoise??? Pero allí de nuevo, no hay ni la sombra de una Françoise!!!

La pregunta que me hago: ¿podemos estar en el caso de un recuerdo de otra vida? Absolutamente tengo que encontrar la respuesta.

Mientras tanto, retomamos nuestros juegos. Le pregunto a mi Guía si ve mi reloj que he puesto frente a mí, enmarcado en el costado de la mesa, lo que me impide ver las manecillas. Respondiéndome que sí, le pido en este caso que me dé la hora. Ella responde 10:44 a. m. Giro mi reloj, de hecho son las 10:44 a. m. No me detengo ahí. En el cajón de mi escritorio hay bolígrafos desordenados, cuadernos, una regla... También sé que debe haber unas tijeras. Así que le pido que mire dentro del cajón y me diga si efectivamente hay tijeras. No sólo hay, me dice, sino que hay cuatro parejas. Abro el cajón para comprobar, hay cuatro pares.

A todos los cartesianos que estarían tentados de pensar que no hay contacto y que todo esto es solo trabajo  de mi cerebro, te puedo decir, si este fuera el caso que no estoy muy lejos de encontrar los seis números correctos de la lotería...