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¡ANTENA GRATIS! / 139

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ERACLIUS

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El azar, tentado como es, nos ha puesto  mi médium amiga Nabilla y yo en los caminos de la Antigua Roma al encontrarnos  Claudio César ( ver las Almas del 2 de junio de 2020 ) y hoy jardinero de César. Este vino a recordarle a Nabilla, la historia de una de sus antiguas vidas y obviamente, lo sigue queriendo!!! Este jardinero romano se llama:  Eraclio...

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Por fin estoy cerca de ti, estoy lejos, tan lejos pero logro hablarte mi querida niña  ; la que tanto amaba.

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Soy el padre, el padre que una vez te hizo feliz.

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Tu padre de antes, el que te amaba, el que te consolaba, el que velaba por ti al amanecer.

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Soy el que amaste pero no puedes recordar porque no recuerdas esta vida, mi niña.

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Mi nombre, el que llevo es ERACLIUS el jardinero Eraclius de Roma, en un mundo donde todo era mitología,

donde yo era el jardinero de César.

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Tú mi hija, la que vivís para amar, para estar más cerca de la nobleza.

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Has corrompido tu alma.

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Fallaste pero fallaste  ; tu ambición te ha llevado a tu ruina.

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Nadie podría razonar contigo.

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Quisiste tocar el oro con las yemas de los dedos, lo hiciste pero fuiste traicionado porque esta ambición, tu perfidia causó tu ruina.

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Ahora eres muy diferente de aquella época.

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Te encontré pero debo decir que aún tienes el mismo alma de perfidia.

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No harás lo que te piden que hagas  ; Haré todo para que fracases, no tendrás éxito.

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Te quiero mucho porque fui ejecutado por tu culpa  ; Tuve que mentir por ti  ; mi vida ha sido una pesadilla.

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No eres una chica que deseo ver triunfar  ; no sois dignos de Nuestro Padre.

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Tu vida, la que vives se arruinará, haré todo por eso.

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Te amaba, me traicionaste, eso es todo.

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Yo soy el que causará tu caída, créeme.

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Lo siento si te lastimé en otra vida pero no lo recuerdo.

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Sé que no te acuerdas pero tu alma sí.

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Puede que estés protegido, pero encontraré la manera y la forma en que lo conseguí.  : corta tu regalo.

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Verás si digo mal.

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Eraclius, el romano despiadado.

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No tengo nada más que decirte.

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Manténgase en guardia.

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Ha llegado el momento, de encontrarte y romperte.

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Tu perfidia del avaro, del traidor .

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Dejo de hablarte, no vales la pena.

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Para siempre, menos hoy.

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